El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), el Consejo Nacional de Confraternidades de Pastores Evangélicos (CONACOPE) y el Consejo Nacional de Iglesias (CNI), junto a toda la Comunidad Evangélica hemos recibido con sorpresa la denuncia y acusaciones que dan cuenta del aparente manejo irregular que ha hecho de los recursos del Programa de Reducción de los Apagones (PRA) el señor Marcos Lara Lorenzo, quien hasta hace poco se desempañaba como titular de esa dirección. Lamentamos que el señor Lara, evangélico, autodenominado “Apóstol”, haya dado lugar a ser investigado y acusado de corrupción y nepotismo.
La Comunidad Evangélica deplora y condena todos los actos de corrupción y entiende que ni los colores partidarios ni la devoción religiosa pueden encubrir acciones de prevaricación que son contrarias al bien común y que violentan los principios y las normas elementales de la honestidad y la honradez.
Consideramos que el Señor Lara Lorenzo es una persona con escasa formación cristiana que ha sucumbido a la cultura política clientelista que se ha venido fomentado en el país. Estamos convencidos que existen en el gobierno otros casos similares de corrupción y que las autoridades no deberían esperar la denuncia pública para actuar en consecuencia.
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